Armador de redes de pesca, el sastre del mar
- CulturyArt
- 26 feb 2021
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 13 jul 2021
Tomás Orts Antón (59 años) empezó con 14 años en el mundo de las artes de pesca aunque con 9 años ya ayudaba a su padre con las redes. El oficio de armador de redes consiste en confeccionar la red de acuerdo a las necesidades del barco según donde vaya a pescar, "yo corto las piezas y hago un diseño de la red en el arte de la pesca", afirma.
Tomás Orts reparando las redes de pesca durante el paro biológico en el Puerto de Santa Pola.
En Santa Pola hay en total unos 350 marineros enrolados en los arrastreros y unos 150 que pescan en los barcos de artes menores conocidos como "busas", El gremio de los pescadores realiza dos parones durante el año. Conocido como el paro biológico se realiza un descanso los barcos de arrastre y las de artes menores en abril y septiembre aproximadamente. Esto viene dado para la reproducción de especies de fondo como el rape, el salmonete y la pescadilla. Durante el paro biológico se aprovecha para reparar los barcos, las redes, etc.
Tipo de artes
Hay una clase que es para pescar la gamba roja, otro tipo para la gamba blanca, la pescadilla, etc. "Según donde vaya a faenar el barco yo le hago el diseño de acuerdo a la potencia que tenga la embarcación. El oficio en sí es como un sastre. El rentaor es el que se encarga de reparar algunos agujeros que se hacen cuando el arte trabaja pero la base de mi trabajo es el diseño de artes de pesca", ha señalado Orts.
Son unos cuatro o cinco personas del mismo oficio que Tomás "cada armador hace el mantenimiento de varios barcos, por ejemplo, uno puede llevar el mantenimiento de 6 o 10 barcos. Y esa persona tiene a gente a su cargo para ayudar".

El santapolero trabaja desde los 14 años diseñando artes de pesca. (Fotografía: Mariola Muñoz)

Orts comienza la jornada laboral a las 5 de la madrugada y explica que "según donde vayan a faenar los barcos harán un lance, dos o incluso tres". Un lance es el arrastre, es decir, el tiempo que tiran la red y los peces se quedan poco a poco atrapados en la red. "Eso va de acuerdo según la zona donde estés faenando y si está determinada por las especies y la profundidad, porque hay barcos que pescan en 40 brazas para pescar salmonete, pescadilla y pescado de caldo y hay embarcaciones que van a 90 o 120 brazas donde se pesca gamba blanca. En esas profundidades a 120 brazas se suelen hacer dos lances porque a cuanto más profundidad el aparejo tarda más en bajar hasta que se acopla al fondo. El barco tira y la red va arrastrando y va capturando peces. Vas franqueando posibles obstáculos y piedras porque sino puedes romper la red y el pescado no viene", ha señalado.
El arte de pesca reacciona con la puerta de atrás del barco y empieza a abrir con la velocidad del barco. El arte tiene dos trenzas en las redes: una es de plomo que va con cadenas para que pese, llegue hasta el fondo y arrastre, y la otra trenza es de corcho flota y tiende a ir hacia arriba, por lo tanto, abre la red tanto horizontal como vertical.

Imagen: bibliotecadigital.ilce.edu.mx
"Si un barco va a trabajar una especie en concreto necesita un arte en concreto, el arte tiene que ir peinando el fondo". Pero no solo el arte depende de la especie que vayas a pescar, también depende del terreno. En la jerga pesquera se denomina "vestir" a la función de acoplar el arte al terreno de pesca.
En resumen, "el arte de pesca no es solo hacer la red porque una vez hecha depende de las circunstancias, el patrón de pesca, el caladero, la profundidad y el tipo de piso".
Covid-19
El sector pesquero no se vio afectado casi por la pandemia, "al principio del confinamiento se hizo un mes y medio espectacular y se vendió el pescado caro aunque he de decir que después con la hostelería cerrada sí hemos notado el bajón. Concretamente, ha afectado al marisco más que al pescado, en concreto al producto de lujo de los mariscos", ha explicado.
La Cofradía de pescadores de Santa Pola explica varios puntos importantes sobre cómo es el mundo de la pesca en Santa Pola (Alicante):
Pueden trabajar un máximo de 12h al día (3 horas menos que las que permite Europa), de las cuales menos de la mitad son de pesca efectiva y el resto son de navegación.
Está todo regulado hasta lo más mínimo, controlados mediante dispositivos para su ubicación y fondos, capturas, descargas, inspecciones aéreas, marítimas y en tierra.
La pesca de arrastre solo puede ejercerse a más de 50 metros de profundidad y la posidonia solo crece a menos de 47 metros, donde puede alcanzarle la luz solar.
El marisco en general (exceptuando la quisquilla) se capturan con el arrastre.
Durante años, se ha hecho creer que destrozan el mar, pero la realidad es que sus trabajadores recogen lo que otros tiran colaborando con Ecoembes mientras traen pescado para suministrar a todo el país (incluso en época de COVID).
Es una pesquería multiespecie que faena al día, es decir, sus capturas son vendidas en toda España sin congelar ni tratar.
El precio del pescado depende de lo que pujen en subasta y de ahí, los salarios de los tripulantes.
Los buques van modernizándose y adecuándose para combatir el cambio climático, instalando aparejos más respetuosos con el medio ambiente y menores emisiones de CO2.
En nuestro pueblo fue el trabajo básico de la economía y actualmente supone entre 25 y 30 empresas familiares y alrededor de 180 y 200 puestos de trabajo directos y 35 barcos.
Cuando comes pescado, haces dieta o quieres seguir una alimentación equilibrada, estás formando parte de nuestra cadena.
PLAN DE PESCA EUROPEO
Según un estudio de la Universidad de Alicante, Pesca artesanal, patrimonio cultural y educación social, la situación de las villas marineras que dedican sus vidas al oficio de la pesca tradicional se ha visto afectado por con el contexto normativo europeo. No solo son cambios económicos sino sociales que quiere transformar una cultura, por lo tanto, esto conlleva a una pérdida importante de los saberes tradicionales de la pesca alicantina.
Las pesca mediterránea mayoritariamente es una empresa familiar con herencia generacional que en muchos casos trabajan juntos y tienen un apodo para continuar con el cambio generacional. El oficio del pescador es algo que siempre ha existido en Santa Pola pero los tiempos cambian y las nuevas generaciones no quieren hacerse cargo del salto generacional. Aquí tenemos una gran grieta y es que las viejas generaciones que ven la pesca como una forma de vida las nuevas generaciones lo ven como una carga.
Sin embargo, hay una medida europea que tiene inquieto al sector pesquero: el Plan de Demersales de la Unión Europea. Este plan limita los días de pesca con un total de 170 días al año, lo que provoca una reacción negativa entre los pescadores porque para muchas embarcaciones será inviable mantener la actividad de pesca.
La Cofradía de Pescadores manifiestan que "la flota de arrastre desarrolla una actividad pesquera sostenible y respetuosa con el recurso marino y el medio ambiente".
Asimismo, según Industrias Pesqueras, las cofradías de la Comunidad Valenciana han planteado un plan global de viabilidad de pesca en el Mediterráneo por ser "de imposible cumplimiento".
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